Fotografiar un monumento desde la perspectiva adecuada y con la iluminación ideal, es esencial para lograr captar su auténtico esplendor. Porque, a veces, basta con variar un poco el encuadre para tener la sensación de que en realidad «aquello no es para tanto». Y las imágenes que aquí publicamos lo demuestran de forma evidente.

La Sirenita

Santorini

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Taj Mahl

La puerta de Brandeburgo