Un anuncio que nos incitara a ganar peso parece algo casi imposible hoy en día. Pero en el pasado era algo habitual. Lo demuestran esta serie de recortes publicitarios de prensa de la primera mitad del siglo XX, que animan a las mujeres a tener un cuerpo más curvilíneo y con más carne. Por supuesto, ninguna de las modelos que aparecen en ellos está gorda, al contrario. Pero tampoco encajan con los parámetros de las actuales profesionales de las pasarelas, cuya esbeltez en muchos caso resulta excesiva o exagerada.