Jo Broughton es una prestigiosa fotógrafa británica que, en los inicios de su carrera, trabajó como decoradora y ayudante de producción en una productora de películas porno. Ahora, la artista muestra las fotos que sacó en aquel período (a principios de los años 90) a los decorados donde se rodaban aquellas cintas. Sin la presencia de los actores que aporten carne y lujuria, resultan tan fríos como sugerentes. ¿no os parece?