El trabajo infantil sigue siendo una realidad en muchos lugares del mundo. Pero, a finales del siglo XIX y principios del XX, también eran algo habitual en los países occidentales. A partir del año 1800, miles de niños de todas las nacionalidades comenzaron a trabajar en las fábricas europeas y americanas, haciendo jornadas agotadoras. Gran Bretaña fue la primera nación que prohibió la explotación laboral de los niños, en 1802. Y, en Estados Unidos, el primer estado que hizo lo mismo fue Connetticutt, en el año 1813, pero hubo que esperar hasta 1924 para que todo el país adoptara medidas similares.