El homor es algo muy personal. Y lo demuestra el hecho de que el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos ha elegido las que, en su opinión, son las diez mejores comedias de la historia del cine. En la lista hay títulos indiscutibles, pero hay también otros cuya comicidad es más que dudosa.

Aterriza como puedas (1980)

La delirante parodia de Aeropuerto y demás pelis de catástrofes aéreas. Contiene gags memorables, pero también otros bastante tontorrones. Fue además el filme que descubrió el filón de Leslie Nielsen como cómico, e inauguró toda una serie de comedias chorras (que los americanos llaman spoof movies) que dio lugar a títulos como Top secret.

Tootsie (1982)

Una comedia realmente memorable. Dirigida por Sydney Pollack y con un guión muy ingenioso. Dustin Hoffman encarna a un actor en paro que se tiene que hacer pasar por mujer para conseguir un trabajo. La película contiene además jugosos gags sobre los culebrones televisivos.

Annie Hall (1978)

Esta mítica comedia de Woody Allen ha sido elegida por los guionistas americanos como la mejor de todos los tiempos. La película ganó en su momento el Oscar al mejor guión y supuso una bocanada de aire fresco en el género, pero quizás catalogarla cómo la «número uno» sea un poco exagerado.

Sillas de montarla calientes (1974)

Esta parodia del western dirigida por Mel Brooks sigue siendo la comedia más taquillera de todos los tiempos. Personalmente, tengo que decir que nunca me ha hecho ni puñetera gracia, pero ya saben que esto del humor es algo muy subjetivo. Su escena más memorable es una sinfonía colectiva de ventosidades, así que ya se pueden hacer una idea de por donde van los tiros en esta película.

Los caballeros de la mesa cuadrada (1975)

Puede que La vida de Brian sea la mejor película de los Monty Python, pero a mi la que más gracia me ha hecho siempre, ha sido esta. Una desopilante parodia de la leyenda artúrica con gags realmente tronchantes, como el de la santa granada de Antioquía, el conejo diabólico, o el enano sabelotodo que custodia el puente colgante.

Atrapado en el tiempo (1993)

Indiscutible. Esta comedia de Harold Ramis se ha ganado el corazón de varias generaciones de espectadores. Su guión es ingenioso hasta decir basta, y Bill Murray realiza una de sus mejores interpretaciones. Como curiosidad, les invito a que rescaten en las hemerotecas algunas de las destructivas críticas que se publicaron en España en el momento de su estreno. Yo creo que la mayoría de los críticos realmente ni la vieron, porque si no, no se entiende.

Con faldas y a lo loco (1959)

¿Cuál es la mejor comedia de Billy Wilder? Resulta difícil elegir. Personalmente me quedo con Uno, dos, tres, pero a esta tampoco le pongo pegas. Ver a Jack Lemmon y Tony Curtis disfrazados de mujeres me ha hecho pasar algunos de los meorees ratos cinematográficos de mi vida. Y qué decir de su maravilloso y absurdo final.. Pues eso… Que nadie es perfecto.

¿Teléfono rojo?… Volamos hacia Moscú (1964)

inolvidable y sangrienta parodia de la guerra fría dirigida por Stanley Kubrick, y en la que  Peter Sellers interpreta nada menos que tres papeles diferentes. Kubrick no deja títere con cabeza en este filme en el que la humanidad es aniquilada de la forma más absurda posible. Y todo por culpa de la fluorización del agua.

El jovencito Frankenstein (1974)

La mejor comedia de Mel Brooks, lo cual tampoco es decir mucho. Hay que reconocer que, en esta ocasión le salió una película más brillante de lo habitual, aunque muchos de sus gags son bastante simplones. Destaca sin duda su magnífica ambientación, con esa fotografía en blanco y negro que capta a la perfección la atmósfera de los filmes de terror de la Universal, y la hilarante presencia de Marty Feldman, el inolvidable Igor ( ¿o era Aigoooor?).

Desmadre a la americana (1978)

Una película mítica. Fue la cinta que inauguró el subgénero de comedias universitarias protagonizadas por estudiantes gamberros, y a la que seguirían títulos como Porky´s. Dirigida por John Landis, Desmadre a la americana tuvo la feliz idea de convertir en héroes de la función a los estudiantes más «pringaos» del mundillo universitario.

El filme siempre me ha parecido más entrañable que brillante pero, personalmente, tengo que decir que me encanta pese a sus defectos. Que los tiene. Pero sus virtudes, que también las tiene, se acaban imponiendo.

Nadi que la haya visto de adolescente olvidará jamás esa fiesta toga o su delirante y soberbio desenlace.

Ah, y que no falte un recuerdo para el señor Blutarsky o, lo que es lo mismo, para el gran John Belushi.