Los Ángeles es una ciudad en las que la lluvia es un fenómeno poco común. Tal vez por eso, está teniendo tanto éxito esta instalación que puede visitarse en el Museo de Arte Moderno de la ciudad, y que permite experimentar la sensación de caminar bajo la lluvia pero sin mojarse.

La lluvia que no empapa

El secreto de la isntalación está en unos sensores que detectan la rpesencia del visitante y activan un mecanismo que hace que la lluvia se disperse sin caer en el lugar donde está la persona.

Experiencia sensorial

Aunque ninguna gota llega a mojar a los visitantes, estos pueden sentir el frescor y la humedad del ambiente

Sensaciones reales

La habitación se encuentra climatizada, con una temperatura y una humedad similares a las que existirían en las calles de Los Ángeles en un día de lluvia real.

El placer de sentir

«El mundo está tan obsesionado con internet, twitter e instagram que se ha olvidado de experimentar con su cuerpo», afirman Hannes Koch y Florian Ortkrass, creadores de esta instalación.

Visitas limitadas

La instalación ocupa un espacio de mil quinientos metros cuadrados, y solo pueden visitarla siete personas cada quince minutos.