Durante diez años, el artista japonés Azuma Makoto ha recorrido el mundo con un falso bonsai retratándolo en los rincones más insólitos.

Un árbol de pega

Por supuesto, no se trata de un bonsai de verdad. La planta en cuestión es una escultura fabricada con resina por el japonés Azuma Makoto.

Una década viajando

Durante diez años, el artista japonés ha viajado por todo el planeta sin separarse de su árbol. Makoto ha buscado los rincones más aislados y desolados para retratarlo.

En el desierto

Esta es la única manera posible de ver un bonsai en las dunas del desierto africano del Kalahari.

Más allá de la atmósfera

El momento culminante de este proyecto, fue cuando Makoto envió su árbol a la estratosfera, gracias a una estructura sujetada por dos globos que se elevaron a una altura de 30.000 metros sobre la superficie de la Tierra.

Naturaleza salvaje

El fotógrafo japonés Shiinoki Shunsuke, habitual colaborador de Makoto, ha sido el autor de todas las imágenes de esta colección.

Al otro lado del antiguo telón de acero

Melancólica imagen del árbol fotografiado en el interior de lo que queda del llamado Monumento Buzludja, en Bulgaria. Dicho monumento fue edificado en 1981 en honor al régimen comunista. Actualmente está completamente abandonado.

En los domínios del átomo

El bonsai aparece aquí retratadado en el interior de una central nuclear abandonada en bélgica.