Lulú

Wedeking dibujó en ella la cara más despiadada de la mujer que encanta, seduce y mata.

Salomé

Impactante fue su imagen exuberante sujetando la cabeza sin vida del Bautista.

Glenn Close

Dio vida a una mujer perversa, maquiavélica e intrigante, segura de sí y deseada.

Carmen

Vicente Aranda reavivó y renovó el mito sin perder el matiz lujurioso y dañino.

Sharon Stone

Desafió con su mirada al tiempo que cruzaba y descruzaba las piernas.