Ser un refugiado significa tener que huir del lugar que ha sido tu residencia, y abandonar casi todo lo que se tenía. En la mayoría de los casos, estas personas se ven obligadas a recorrer a pie o por los medios que sea posible, centenares o incluso miles de kilómetros. Eso las obliga a viajar únciamente con lo indispensable. Ahora, el fotógrafo Tyle Jump, que colabora con la organización humanitaria International Rescue Committee, ha retratado el contenido que algunas de esas personas llevan en sus bolsas o mochilas, y que se han convertido en sus únicas pertenencias.