A principios de este verano, a orillas del Danubio surgió la autoproclamada República Libre de Liberland. No vamos a engañarnos… Nadie se la ha tomado muy en serio. Pero aprovechamos para hacer un recorrido por algunas de las llamadas micronaciones que existen a lo largo y ancho de nuestro planeta.

República de Liberland

Se encuentra situada en la frontera entre Serbia y Croacia. Su territorio ocupa unos 37 kilómetros cuadrados, y aún no hay en él ninguna vivienda edificada. Su fundador, Vid Jedlicka, se justifica en el hecho de que la nueva micronación se encuentra en tierra de nadie, ya que una disputa legal aún no zanjada provoca que ni Serbia ni Croacia tengan autoridad sobre dicho territorio. Pese a este vacío legal, ningún gobierno ha reconocido oficialmente a la nueva micronación.

El Gran Ducado de Westarctica

Fue fundado en la Antártica en 2001 por Travis McHenry quien, se autoproclamó Gran Duque, aunque acabó abdicando en Philip Karns, quien actualmente ostenta el título, y al que vemos en la foto.

La isla de Pitcairn

Es la única de esta lista que tiene un trasfondo realmente serio. Situada en la Polinesia, sus primeros pobladores fueron Fletcher Christian y los marinos amotinados de La Bounty. Es la última colonia británica que pervive en el Océano Pacífico, aunque actualmente está bajo la tutela del Comité de Descolonización de la ONU. Pese a que todavía no se le reconoce el estatus de nación, sus habitantes funcionan en la práctica cómo si realmente lo fueran.

Christiania

En la práctica se trata de un barrio autogestionado en el distrito de Christianshav, en la capital de Dinamarca, Copenhague. Surgió en 1971, prácticamente como una comunidad de okupas pero, con los años, sus habitantes han comprado los terrenos. A cambio, el estado danés les reconoce un estatus semilegal que les permite ciertas libertades, aunque no están exentos de pagar impuestos.

República de Conch

Se encuentra en los Cayos de Florida, y se proclamó en 1982 fruto de una protesta separatista. En la práctica, el gobierno estadounidense no le reconoce ninguna autoridad, pero la tolera debido a su éxito cómo atracción turística. De hecho, el lugar cuenta con su propia moneda y pasaporte.

Principado de Hutt River

Situada en el interior de Australia, fue proclamada en 1970 por Leonard George Casley. Su orígen está en una disputa con el gobierno australiano por las cuotas impuestas a la producción de trigo. Casley y otras cinco familias de granjeros iniciaron un pleito para cambiar dicha ley pero, al no conseguirlo, decidieron declararse independientes, invocando una antigua ley británica. Casley se proclamó príncipe con el nombre de Leonardo I (en la foto le vemos con su esposa, la princesa Shirley) y afirma que solo debe lealtad a la reina isabel II. Por supuesto, el gobierno australiano no reconoce  a esta micronación.

Molossia

Fundada por Kevin Vaugh (en la foto) en 1977 en el desierto de Nevada. Su territorio ocupa la casa de su fundador, autoproclamado también dictador, y el patio trasero de la vivienda así como el delantero. En 1983 le declaró la guerra a Alemania del Este, conflicto que Vaugh afirma que sigue abierto, pese a que la otra nación ya no existe.

República de Minerva

Fue fundada en 1971 por un excéntrico millonario de Las Vegas llamado Michael Oliver, quien envió una expedición que izó la bandera en los arrecifes de Minerva, en el Pacífico Sur, proclamando su independencia. Pero, un año más tarde, el rey de Tonga reclamó su soberanía y envió una expedición al lugar, derribando la bandera y anexionándose todo el arrecife. Desde entonces, Oliver ha tratado varias veces de volver a ocuparlo, siendo siempre desalojado por el ejército de Tonga.