La fotógrafa estadounidense Flora Borsi ha tenido una original idea para ilustrar la decadencia de Detroit, la ciudad que años atrás fue el corazón de la industria automovilística. La artista ha insertado imágenes de personas del pasado en fotos actuales de los lugares más deprimidos de dicha ciudad. De esta forma, crea la sensación de que Detroit es una auténtica ciudad fantasma, en la que los protagonistas de sus años de esplendor vuelven caminar como si fueran espectros por sus calles solitarias y fábricas desvencijadas.

Lucha social

Un trabajador que en los años 30 participó en una huelga, reclama de nuevo sus derechos en una ciudad en ruinas, en la que ya no parece haber nadie para escuchar sus reivindicaciones.

Matones

Los porteros del que uno de los clubs más selectos de la ciudad, montan guardia ahora en un edificio en ruinas.

Aparcar a la primera

Un joven que perteneció a la alta sociedad de Detroit en los años veinte, exhibe su lujoso y añejo automóvil en unas calles desiertas en las que ya no hay problema para aparcar.

Patinando en medio de la nada

Niños que vivieron tiempos mejores, patinando en un parking abandonado.

Chicos malos

Una pandilla de golfillos de antaño, en un decorado tan apocalíptico como real.

La hora del trabajo

Las siluetas de un grupo de obreras vuelven a cobrar vida entre las ruinas de una cadena de montaje de automóviles.