Sexistencialismo, la nueva corriente para mantener la pasión

Hace dos años, los editores Oliana Esparza y Ángel G. Caballero iniciaron un juego arriesgado: se inventaron una nueva identidad y durante 24 meses llevaron una doble vida.  Conocieron nuevos amigos, cambiaron de estilo de vida, se mudaron de casa y probaron otros trabajos. Al cabo de dos años se reencontraron y se enamoraron de nuevo. O tal vez de otra manera. El juego supuso un campo de investigación intenso sobre el funcionamiento de la pasión que hoy recogen en su libro “Sexistencialismo”. En sus páginas dicen haber encontrado el antídoto contra la pérdida de deseo que empezaba a hacer mella en su relación.
“Sexistencialismo” se ha escrito en forma de novela que cuenta una historia real. Incluye cartas de amor y esos diarios que se guardan bajo llave. Fue escrita para salvar una relación. Y en ella los autores, que firman la novela con los seudónimos Clara Blanco y Esteban Mancal, describen con crudeza y verdad todos los detalles de cómo sucedieron los hechos.

La risa es imprescindible en el cortejo amoroso

Reír libera endorfinas en el cerebro, nos hace estar más eufóricos y ayuda a superar inhibiciones. La risa, en definitiva, es un gesto imprescindible en el cortejo amoroso, según un estudio liderado por Alan Gray, del Colegio Universitario de Londres.
Los investigadores separaron a 112 estudiantes en cuatro grupos. A unos se les proyectó una comedia; a otros, un documental de naturaleza; a otros, un largometraje, y a un cuarto grupo un vídeo para aprender a jugar al golf. Previamente se les advirtió que debían mantener silencio y no conversar entre ellos durante la proyección. Solo podían reír. Los autores de este estudio fueron anotando con qué frecuencia reían los espectadores en cada grupo.
Terminada la sesión, se les preguntó por su estado emocional. Cada voluntario pasaría a uno de sus compañeros un mensaje escrito que describiese cómo se encontraba después de la proyección. Al evaluar los resultados, los investigadores comprobaron que los estudiantes que acababan de ver una película cómica, y por tanto habían reído más, escribieron sus notas con más detalles acerca de sus intimidades.
La risa nos hace sentir más cercanos y transmite confianza, cordialidad y seducción. Inevitablemente, invita a una respuesta similar. Lo comprobó también Eric Bressler, investigador de la Universidad McMaster, en Canadá: el 62% de las mujeres eligen como pareja a un hombre que le hace reír. El 65% de los hombres escoge a una mujer que valora su sentido del humor.

Las trabajadoras sexuales aplaudirían la legalización de la prostitución

En medio del revuelo mediático que ha provocado la propuesta de Ciudadanos de legalizar la prostitución, el colectivo más implicado, las trabajadoras sexuales, ha declarado que esta medida pondría fin a su situación de desamparo y facilitaría la mediación en los conflictos que se producen. Eso sí, piden que antes de redactar una ley se las escuche para que el modelo definitivo no favorezca más a los empresarios de los burdeles que a ellas.
Aunque de nuevo, el resto de partidos se ha mostrado en contra, el debate sobre si la regularización de la prostitución denigraría aún más a la mujer o acabaría con los abusos que sufren y las mafias que se mueven a su alrededor, es viejo. En términos económicos, la prostitución y las drogas generaron en España más de 26.000 millones de euros en 2014.

Dormir desnudo, un placer muy saludable

Casi la mitad de los españoles aún se resiste a prescindir del pijama para dormir, incluso el 27% de las personas que duermen siesta lo hace con esta prenda. Es el modo de dormir más universal, según una encuesta realizada por la web de reservas Hotels.com que revela que sólo los franceses prefieren acostarse desnudos, al menos cuando lo hacen en un hotel, y que el 57% de los japoneses opta por quedarse con el albornoz toda la noche.
Tal recato en la cama supone privar a nuestro organismo de los beneficios de dormir desnudos para la salud y para nuestra sexualidad. En primer lugar, y de acuerdo con un estudio de la Asociación de Algodoneros Estadounidenses, el 57% de las parejas que duermen sin ropa son felices. La desnudez estimula la intimidad y eleva los niveles de oxitocina, la hormona que favorece el vínculo del amor y el patrón sexual.
Hay otras ventajas añadidas.  Un cuerpo desnudo evita la subida de temperatura y, por tanto, es menos proclive a la proliferación de bacterias, favorece la calidad del esperma y libera melatonina, una hormona que combate el envejecimiento celular.