Nos emocionarán, nos impactarán, nos cautivarán, nos harán reflexionar, nos enamorarán. Ninguna nos dejará indiferentes. Las hay más y menos actuales, narraciones que han permanecido varios meses en la lista de los más vendidos y también auténticos desconocidos, historias recientemente adaptadas al cine, novelas románticas, combativas, pesimistas, melancólicas. Con todas las vacaciones por delante y mucho tiempo libre, es un buen momento para recuperar el gusto por las letras. Desde aquí, proponemos siete títulos para disfrutar estas vacaciones con la buena literatura.

El diablo a todas horas – Donald Ray Pollock

“Ella se había pasado la vida entera convencida de que la gente tenía que obedecer la voluntad de Dios y no la suya propia. Había que confiar en el hecho de que todo iba a salir tal como estaba planeado. Sin embargo, después Emma había perdido la fe y había terminado regateando con Dios como si Él no fuera más que un tratante de caballos con un bocado de tabaco en el carrillo, o un chatarrero desarrapado que vendiera sus mercancías melladas junto a la carretera”

Breve, pero intensa. Muy intensa. Así se podría definir la novela de un Donald Ray Pollock que ha irrumpido como un ciclón en la literatura. Con una perspectiva del ser humano bastante negativa, el autor de Ohio hará que nos removamos incómodos en nuestras tumbonas, pues las particulares vacaciones que nos ofrecen sus personajes pueden acabar de formas insospechadas”

El atlas de las nubes – David Mitchell

“Ecos de la Misa Blanca de Scriabin, huellas perdidas de Stravinski, cromatismos del Debussy más lunar, pero la verdad es que no sé de donde procede. Un sueño a pleno día, Jamás escribiré nada que valga la centésima parte. Ojalá pecase de inmodesto, pero no es el caso. El sexteto del Atlas de las nubes engloba mi vida, es mi vida, ahora soy un cohete consumido, pero al menos he sido un cohete.”

Tras la adaptación al cine que tuvo lugar este mismo año, este agosto puede ser un gran momento para recuperar El atlas de las nubes, una obra que mezcla la más rigurosa novela histórica con pura ciencia ficción, y que nos hará recordar que, en el fondo, todo está relacionado.

La niña del faro – Jeanette Winterson

“Las cosas auténticas son demasiado pequeñas o demasiado grandes o, en cualquier caso nunca tienen el tamaño adecuado para encajar en el templo llamado lenguaje. Eso ya lo sé. Pero también sé otra cosa, porque me criaron para ser farera. Apagad el bullicio del día a día, y al principio sentiréis el alivio del silencio: Luego, muy quedo, tan quedo como la luz, regresa el significado. Las palabras son la parte del silencio que puede ser hablada”

Nada mejor que la playa para perderse en la cálida prosa de Jeanette Winterson, en una historia sin pretensiones que hace de su inocencia virtud. Nos perderemos en el mar de palabras que nos traen los cuentos de Pew, un viejo farero ciego, para educar de forma sutil a una niña huérfana en los valores realmente importantes de la vida.

La mujer de papel – Rabih Alamedinne

“No soy nada. Debería esperar a convertirme en una partícula. Concedo importancia a la literatura y a la poesía, recubro las artes con un oro de resplandor deslumbrante para no ver lo que el resto de la humanidad ve con toda claridad: que no soy nada, que nunca seré nada”

Rabih Alamedinne hace un canto a las artes y la nostalgia con Beirut de fondo, una obra para reflexionar y para disfrutar de forma relajada con la sutileza y la serena belleza que ofrece.

Pretty Girl – 13 – Liz Coley

“De repente, el crujido de una ramita sonó como el disparo de un rifle. El corazón te dio un vuelco. Te volviste para mirar la dirección de la que provenía el sonido esperando ver una ardilla, un conejo o un ciervo. Cualquier cosa menos un hombre que se camuflaba entre la maleza, excepto por sus ojos estrechos y oscuros, unos ojos que te miraban fijamente con un ansia que te resultaba casi familiar”

Tan fácil de leer como complejo es su fondo, Liz Coley nos acerca los problemas que puede acarrear una personalidad múltiple con una historia corta, entrañable y que engancha, perfecta para sobrellevar el calor estival

El sol como disfraz – Pedro Sorela

“Y como siempre, no es fácil saber cuándo se produjo ese cambio, cuándo comienzan las historias. ¿Hay alguien que lo sepa? Por eso invitamos a curas y notarios para que nos bauticen, nos casen y nos lean testamentos: así creemos que las cosas tienen un comienzo y un fin. Y si tienen un fin podemos empezar de nuevo, olvidar lo que no ha salido bien”

Para los más reivindicativos, Pedro Sorela ofrece, en un tiempo tan difícil para muchos, una gran reflexión sobre el cambio, la comunicación, la globalización y una defensa del defenestrado periodismo. Ambientado en una redacción de un periódico, la novela explora los nuevos tiempos y las variaciones que conllevan. No apto para melancólicos.

La vida es breve y el deseo, infinito – Patrick Lapeyre

“El sol sin viento empieza a quemar. El coche blanco está aparcado al pie de la carretera, a la entrada de una cañada bordeada de arbustos y de matorrales de helechos. En el coche, un hombre con pelos de punta parece estar durmiendo con los ojos abiertos y la cabeza apoyada en la ventanilla. Es moreno, de ojos oscuros, con largas pestañas muy finas que parecen pestañas de niño”

Para aquellos que apuesten por el consabido amor veraniego, Patrick Lapeyre ofrece de forma sencilla una historia romántica basada en las cotidianidades banales que forman parte de nuestro día a día. Qué mejor que enamorarse de la normalidad en tiempo de vacaciones.