La mujer opta por la maternidad en solitario

Son jóvenes, solteras, con trabajo estable y una situación económica favorable. Este es el perfil del 90% de las mujeres que deciden la maternidad en solitario, según los datos que maneja la Clínica Ginefiv. De hecho, la cifra de tratamientos de reproducción asistida se ha multiplicado por 2,5 en los últimos cinco años, a pesar de la crisis. La edad media está en torno a los 39 años, edad en la que disminuye la reserva ovárica y los óvulos presentan peor calidad. “Estas mujeres han aplazado la maternidad hasta haber desarrollado su carrera profesional o a la espera de una pareja estable”, comenta la doctora Victoria Verdú, coordinadora de Ginecología de la mencionada clínica.

La greymanía traspasa el papel

Aún es pronto para saber si las mommy-porn consumirán la colección de juguetes eróticos inspirados en la trilogía Cincuenta sombras de Grey con la misma voracidad que sus páginas, pero propuestas hay para todos los gustos: cuerdas, grilletes, látigos, esposas, antifaz, fusta, mordazas y demás accesorios que invitan a emular las fantasías de dominación de Grey. Ya el consumidor decidirá si se queda con la versión almibarada de la novela o se atreve con una versión algo más caliente. De momento, el trofeo se lo llevan las bolas chinas.

Biodanza para activar la sexualidad

La sexualidad se está convirtiendo en uno de los principales reclamos para practicar este particular y liberador baile en grupo. Sus ejercicios están específicamente pensados para expandir nuestra capacidad de sentir placer y de vivir el erotismo. Las rutinas contribuyen a una sexualidad saludable, ya que liberan el cuerpo de rigideces, ayudan a descubrir las zonas erógenas y enseñan el intercambio de placer por medio de caricias, miradas y gestos. Una buena prueba de ello es que el colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid (COGAM) ha incluido la biodanza en sus talleres como una ayuda eficaz para el reconocimiento de la identidad sexual.

Un preservativo acerca el orgasmo femenino y el masculino

Para celebrar San Valentín, la marca Durex lanza un nuevo diseño de preservativo y propone un reto a las parejas: “alcanzar juntos el clímax”. Mutual Climax –así se llama– contiene benzocaína en sus componentes, una sustancia que consigue retrasar el orgasmo masculino. Su exterior presenta texturas de puntos y estrías que estimulan el placer de la mujer, lo que logra acortar los 13 minutos que separan habitualmente  sus orgasmos (el hombre suele necesitar unos 7 minutos y 20 la mujer) al mínimo posible. Aunque la sincronía de orgasmos no es un imperativo en el placer, el hecho de que ambos necesiten un tiempo similar ayuda a relajarse y poner en práctica juegos y preliminares.

Neuronas para una mujer objeto

En esta ocasión es la ciencia la que justifica la atracción que provoca cada una de las partes del cuerpo femenino. Al parecer, según publica la psicóloga Sarah Gervais en el European Journal of Social Psychology, la razón está en el cerebro y su modo de procesar la información. Mientras que el hombre es visto como un todo, porque utiliza el procesamiento global para reconocerlo, la mujer es reconocida por ambos sexos mediante procesamiento loca; es decir, por partes, del mismo modo que se haría con cualquier objeto.

Más shopping en los días fértiles

Los patrones de compra femeninos se ven alterados por el ciclo menstrual, de manera que sufren mayor propensión a comprar ropa en los días fértiles. Además, influye también en el uso de productos que emplea para su imagen y cuidado personal. Lo comprobó Gad Saad, profesor de la Escuela de Negocios John Molson, de la Universidad de Concordia, en Montreal, quien dirigió una investigación en la que hizo un seguimiento durante 35 días de las rutinas de belleza, decisiones sobre la ropa, consumo de calorías y compras de 59 mujeres. ¿La razón? “En épocas ancestrales, las mujeres tenían que emplear más tiempo en actividades relacionadas con el apareamiento en los días fértiles. Y esos mecanismos se expresan hoy consumiendo”.

La fragilidad de la esterilidad masculina

Tal es la dependencia sexual de los neurotransmisores cerebrales que un fallo de un solo día o un comentario desafortunado por parte de la pareja puede dejar a un hombre impotente de por vida”. Con un comentario así de tajante se manifestó el urólogo Josep Maria Pomerol en su conferencia sobre Las claves para entender la condición masculina, en la que habló del mecanismo absolutamente sofisticado de la sexualidad del hombre y de los nuevos factores que pueden inhibir o bloquear su rendimiento sexual: el estrés, algunos fármacos, la baja autoestima, el papel mucho más competitivo de la mujer, además de las alteraciones orgánicas. Pomerol aprovechó para ensalzar el papel de la pastilla Viagra: “Este fármaco ha devuelto la vida sexual a millones de hombres mayores de 50 años que aún conservan un deseo sexual exacerbado por la testosterona, quince veces superior a la de la mujer”.