Las banderas autonómicas

Se parece muchísimo a la empleada por el reino de Mallorca en 1312. Las franjas indican que Baleares perteneció al reino de Aragón hasta 1228.

De la Cruz de la Victoria cuelgan las letras alpha y omega, que simbolizan a Cristo como el principio y el fin.

Son los colores de las banderas de Gran Canaria y Tenerife.

El blanco y el rojo han sido desde siempre los colores tradicionales de esta región norteña.

Su creador, Blas Infante, tomó los colores de los musulmanes.

Incluye el rojo carmesí de Castilla y el blanco de las Órdenes Militares y de las sobrecamisas de los cruzados.

Su bandera representó a España desde 1230 hasta 1479. Los símbolos del castillo (Castilla) y el león (León) se refieren a las dos regiones que forman la autonomía.

Está formada por la unión de las banderas de Cáceres y de Badajoz, las dos provincias que la componen.

El blanco y el azul son los colores que representan a la Virgen y al mar.

El escudo de su parte central es el de la Casa Ducal de Medina Sidonia, concesión hecha por Alfonso XIII en 1913.

El rojo por ser el color de Castilla y las estrellas por aparecer en el escudo de la ciudad de Madrid.

Los colores están tomados del escudo regional: rojo, verde, oro (amarillo) y plata (blanco).

Es una copia exacta de la bandera que instauró el rey Jaime I el Conquistador en la ciudad de Valencia, en 1238.

Los castillos recuerdan que Murcia perteneció durante un tiempo al reino de Castilla.

Figura el escudo de armas del reino de Navarra, del siglo XIII, tocado con la corona real.

Su escudo data del siglo XIV y muestra el emblema del legendario reino de Sobrarbe.

Sus colores obedecen a reminiscencias dominicas del siglo XIII. Primero fue la bandera de Lisboa, llamada de San Vicente.

Fue creada como bandera del Partido Nacionalista Vasco (PNV), pero se popularizó tanto que acabó adoptándose para todo Euskadi.