Coincidiendo con el centenario del hundimiento del Titanic, el 15 de abril, la casa de subastas Guernsey’s de Nueva York pondrá a la venta una colección de 159 artículos que realizaron el fatídico viaje, valorados en 189 millones de dólares. Te presentamos una selección de los más representativos.

Embarque

Muchos pasajeros subieron entusiasmados a bordo con sus maletas y billetes de embarque. Otros, en cambio, tenían en mente un mal presagio.

© Patrick Landmann/LightMediation

Literatura marinera

Cubierta de un libro de la época que muestra a un lobo de mar con las manos en el timón con rumbo fijo.

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Servicio de mesa

Piezas variadas de la cubertería que pertenecía a la naviera White Star Line, propietaria del buque.

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En buena forma

Carnet que certifica al partenecia del propietario a una asociación de atletas aficionados.

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Sombrero con historia

Es una de las múltiples reliquias que se van a subastar en Nueva York para conmemorar el centenario del hundimiento del transatlántico.

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Solucion en pastillas

Frasco y prospecto de laxantes, procedente de una farmacia francesa.

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Esta maleta es mía

Una de las etiquetas para identificar el equipaje.

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Z supervivientes

Restos de calzado de un pasajero fallecido. Se fabricó con cuero y tela. La suela es de goma flexible.

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Tragedia a voces

La noticia del naufragio recorrió el mundo, causando una oleada de estupor.

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Tiempos felices

Los pasajeros pasean tranquilamente por cubierta, días antes de la fatal colisión con el iceberg.

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Memoria escrita

Agenda convertida en diario personal. Conserva restos de flores secas entre sus páginas.

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Emblema mítico

Convirtió a la compañía del Titanic en leyenda.

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Glamour

Fragmento resturado de una de las vidrieras de colores que adornaban el interior del Titanic. Cuando terminaron de equiparlo, se convirtió en un barco de lujo.

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Reliquias personales

Anteojos recatados de las profundidades oscuras del océano Atlántico.

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Melodías para el ánimo

Restos de una partitura de la orquesta del barco. La imagen de los músicos tocando para alentar a la tripulación desesperada se ha convertido en legendaria.

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Restos de un chaleco

La ropa de los pasajeros era un distintivo de la fuerte división de clases que había a bordo del Titanic. A principios del siglo XX se llevaba mucho la seda, sobre todo entre las clases más altas.

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