El catálogo de máscaras del carnaval de Venecia nació con las que se inspiran en la Commedia dell’Arte, un género teatral nacido en el siglo XVI. Los personajes, caracterizados con máscaras, siempre eran los mismos, y los actores daban vida a las representaciones con una gran dosis de improvisación.

Los venecianos adoptaron sus rostros, de manera que todos los años volvían a las calles de la ciudad del romance el Arlequín –ingenuo o melancólico–, el viejo mercader tacaño y judío Pantalone, el audaz Polichinela, el sabio ignorante doctor Balanzone, el embaucador Escribano, el crápula Mattaccino, Colombina, amante de Arlequín y criada de Pantalone, y Pierrot, también criado y enamorado de Colombina.

Con el tiempo, nuevas máscaras dieron vida a las pasiones y cualidades con las que se identifican sus portadores. Por ejemplo, una máscara negra, redonda y suave como el terciopelo, que se conoce con el nombre de moretta. Esta aportación, estrictamente reservada a las mujeres, surgió en el siglo XVIII y se sostenía mordiendo un botón, por lo que las mujeres mantenían silencio y jugaban a seducir con el movimiento de sus cuerpos.

¿Ingenuidad o miseria?

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El Arlequín nació como un personaje cándido, pero evolucionó a uno melancólico.

El médico de la peste

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La máscara que usaron en la epidemia de 1630 aún vive en la fiesta anual.

Secreto en la cara

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La máscara conocida como Bauta cubre la boca como representación de la intriga.

Amor no correspondido

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En la Commedia dell’Arte, Pierrot llora porque Colombina no siente lo mismo que él.

Redacción QUO