Las crónicas de los conquistadores españoles describeron la ciudadela de Etzanoa, como el mayor poblado indígena de los actuales Estados Unidos. Situada en el territorio de la actual Kansas, Etzanoa estaba formada por más 2.000 viviendas, en cada una de las cuales podían habitar al menos diez personas.

En el año 1601, los españoles intentaron conquistar la ciudadela, pero fueron rechazados por los nativos. Cuando cien años después, en torno al 1700, los europeos llegaron nuevamente al lugar, no había ni rastro del poblado de Etzanoa. ¿Qué había ocurrido con él? ¿Qué les pasó a sus habitantes?

En 2015, apareció por casualidad un antiguo trozo de metal en la frontera entre Kansas y Oklahoma. Investigadores de la Universidad de Wichita lo identificaron como una pieza de un viejo cañón español, y pensaron que aquel podía ser el lugar donde se desarrolló la antigua batalla.

Y, ahora, los arqueólogos han encontrado allí los restos del legendario poblado de Etzanoa. Pero que suerte corrieron sus habitantes sigue siendo un misterio. Los investigadores creen que por algún motivo se dispersaron, y se unieron a otras tribus.

Fuente: IFL Science.

Vicente Fernández López