La publicación LiveScience recoge el caso de una mujer de Washington que falleció a causa de las emanaciones del hielo seco. La fallecida viajaba en un coche con su nuera. El vehículo era propiedad de su hijo, un fabricante de helados, que tenía almacenados en la parte trasera del vehículo unos contenedores con hielo seco.

Cunando encontraron el coche, la madre del propietario había muerto, y su mujer se encontraba en estado grave. Pero, ¿qué había ocrurido? Pues que habían respirado las emanaciones de vapor procedentes del hielo seco que, por lo general son inocuas pero, cuando se producen en un ambiente cerrado, pueden resultar mortales.

Hay que tener en cuenta que el llamado hielo seco es dióxido de carbono congelado a -78ºC. Y cuando comienza a derretirse se produce un fenómeno llamado sublimación, por el cual el hielo sólido pasa a convertirse directamente en gas. Y si eso sucede en un lugar sin la ventilación adecuada, las personas pueden inhalar grandes cantidades de CO2, causándoles una intoxicación que puede ser mortal.

Fuente: LiveScience.

Vicente Fernández López