La idea fue fruto de la experiencia de un médico irlandés conocido como sir Hans Sloane, durante su estancia en Jamaica, en el siglo XVII. Sloane conoció la costumbre local de tomar cacao mezclado con agua, una bebida que juzgó nauseabunda, pero algo de aquel brebaje debió de convencerle de que tenía futuro. El médico se aficionó a la sustancia cuando probó a mezclarla con leche.

Poco más tarde, ya en Inglaterra, comercializó la bebida en las farmacias como tónico. Fue el primero en hacerlo, y marcó un camino que otros han seguido hasta nuestros días: Cadbury, la famosa fabricante anglosajona de chocolate, comenzó a producir la dulce tentación del chocolate en el siglo XIX a partir de la receta de Sloane.

Redacción QUO