Tal vez a las nuevas generaciones el nombre de Tab Hunter no les diga mucho, pero fue uno de los actores más atractivos y populares del Hollwyood de los años 50 y 60, y uno de los grandes iconos gays del cine americano de aquella época. Ahora, el intérprete ha fallecido a los 86 años de edad.

Debutó en 1952 en La isla del deseo, la película que años después inspiraría El lago azul. Su apolínea figura y su bello rostro le convirtieron rápidamente en un ídolo del público juvenil, especialmente del femenino. Para tapar su homosexualidad, los estudios le inventaron un romance con otra joven estrella femenina, Natalie Wood, con quie formó pareja en dos películas, un vigoroso western llamado Colinas ardientes, y en El niño de mamá, una entrañable comedia militar muy popular en su época, sobre las peripecias de un «niño rico» enrolado en el ejército. Pero los auténticos amores de su vida fueron otros dos populares actores, Roddy McDowall y Anthony Perkins.

Tab Hunter tuvo una carrera prolífica, y compartíó pantalla con algunas de las más grandes estrellas de la época. Con John Wayne en El zorro de los océanos, con Gary Cooper en Llegaron a Cordura,, con Clint Eastwood en La escuadrilla Lafayette… Además, los directores descubrieron pronto que la atractiva imagen de Tab también transmitía algo tubio, y eso le permitió encarnar personas muy ambiguos.

Desafortunadamente para él, a mediados de los 60, cuando su homosexualidad empezó a hacerse evidente de cara al público, la industria le condenó al ostracismo. Siguió trabajando, apareciendo en filmes como El juez de la horca de John Huston y junto a Paul Newman, pero perdió la categoría de estrella.

Pero a principios de los 80, el director John Waters le dió un papel en Polyester, película en la que le reivindicó como icono gay. Tab Hunter vivió así una segunda etapa de gloria profesional como estrella del cine (por llamarlo de alguna manera, y sin ánimo peyorativo) «petardo» y desmadrado, que se rodaba al margen de la industria hollywoodense. Películas que eran el equivalente de los primeros filmes de Almodóvar.

Vicente Fernández López