Se quedó sin oxígeno. No calculó bien la cantidad que necesitaba para poder volver a salir de la cueva tailandesa de Tham Luang y perdió la consciencia a medio camino. Se trata de Saman Gunan (38 años), un experimentado buceador local que había estado ayudando estos últimos días a llevar bombonas de oxígeno a la zona donde se encuentran atrapados los 12 niños y su entrenador de fútbol desde hace 13 días.

A pesar de que el compañero con el que trabajaba pudo ver cómo perdía el conocimiento y lo sacó lo más rápido que pudo del lugar, finalmente no pudo ser reanimado por los servicios de emergencia. Lo intentaron reanimar en varias ocasiones, pero murió de camino al hospital. Tal ha sido la repercusión de lo sucedido que el gobernador de Chian Rai ha anunciado que el rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, estará presente en el funeral.

¿Continúa el operativo de rescate?

Este fallecimiento pone en entredicho la posibilidad de que los niños puedan llegara salir con botellas de oxígeno desde el lugar donde se encuentran hasta la salida. Fueron ya varios expertos quienes advirtieron que se trata de una cueva que presenta zonas muy complicadas para que niños de entre 11 y 16 años puedan llegar a superarlas sin haber tenido una experiencia previa.

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Con la muerte de este buceador son muchos quienes cuestionan si podría pasar lo mismo cuando se intentara sacar a los jóvenes. El comandante al mando de la misión, Rear Adm Arpakorn Yookongkaew, en la que están participando alrededor de 1.000 personas, ya ha asegurado que el rescate sigue adelante: “Puedo asegurar que no entraremos en pánico, no desistiremos en nuestro objetivo, no dejaremos que el sacrificio de nuestro amigo sea en vano”. Ante la duda de los periodistas sobre si esto podría repetirse con el grupo de atrapados, apuntan que en su salida se tomarán muchas más precauciones para que puedan salir sin problemas.

¿Ahora sí falta oxígeno?

Existe un miedo de que en la cueva cada vez haya menos oxígeno del que se esperaba en un primer momento. Las autoridades apuntan que hay tanta gente en la zona, entre los atrapados y quienes se van acercando a ayudar, que los niveles pueden estar cayendo drásticamente. Por ello, quieren llevar un tubo con aire hasta la zona para que ese no sea un problema grave hasta que puedan sacarlos de allí.

El tiempo es limitado, ahora ni siquiera podrían llegar a quedarse allí por semanas. En los próximos días las lluvias serán abundantes y a pesar de que han incrementado el ritmo de drenaje de agua, no es suficiente como para que los niños puedan salir por su propio pie. Así que esperan que puedan ser más rápidos ellos que la naturaleza para poder sacar adelante el operativo.

Estaremos atentos.

Fuente: BBC

Alberto Pascual García