Si el tercer lunes de enero es considerado ya, a nivel popular, como el “día más triste del año” a pesar de que se trata de uno de los reclamos publicitarios más ingeniosos en tiempo, existe la creencia de que hoy es su jornada antagonista “el día más feliz del mundo”. Pero, ¿por qué se quiso darle esta denominación?

Solo tenemos que recurrir al mismo matemático que en su momento aventuró el día más triste, el investigador y profesor de la Universidad de Cardiff, Cliff Arnall. Al parecer, la sensación de optimismo por que las tardes son más ligeras y llevaderas, sumada con la perspectiva de que pronto llegan las vacaciones para muchos y los recuerdos de los veranos de la infancia que esto provoca tiene su punto de apogeo justo en la jornada de hoy.

La fórmula utilizada para resolver la ecuación es la siguiente: O + (N x S) + CPM/T + He. Ahora solo hay que cambiar cada letra por lo siguiente:

– O: es el tiempo que pasas al aire libre realizando actividades.

– N: conexión con la naturaleza, la cual se encuentra en plena floración, más aún este año.

– S: la capacidad de socializar con los vecinos y amigos.

– CPM: significan las memorias positivas de la niñez.

– T: es la temperatura media que hace, el calor. Este año ha tardado en llegar, pero ya está haciendo su efecto.

– He: las esperadas vacaciones.

Obviamente, esto no se trata de una fórmula real al uso que vaya a dar un resultado final concreto y fiable. Para Arnall, se trata de una forma de llamar la atención para que la gente hable de aquello que le hace sumamente feliz.

¿Sientes este día como el más feliz del año o hay alguno más que te dibuje una sonrisa mayor en el rostro?

Alberto Pascual García