Los gobiernos de la Eunión Europea han alcanzado un acuerdo histórico cuyo objetivo es que en el año 2030 el 32% de toda la energía usada en la unión sea de origen renovable. Pero ¿qué supone a efectos prácticos dicho acuerdo? ¿Cuáles pueden ser sus efectos beneficiosos inmediatos y sus posibles inconvenientes, si es que los tiene?

Para intentar averiguarlo nos pusimos en contacto con José María Moya, director general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables, quien nos dijo que: «todo van a ser beneficios». Y uno de ellos va a ser el económico. Tal y como nos explicó Mpya, «una mayor apuesta por las renovables va a suponer un aumento de las inversiones en el sector. Y se estima que estas podrían llegar a los 80.000 millones de euros».

Para el ciudadano de a pie, los efectos más evidentes vendrán en la forma de un mayor apoyo al autoconsumo. Se elimina el llamado impuesto al sol, al menos hasta el año 2026, por el que se gravaba el uso de paneles solares en edificios y viviendas particulares. Y se establece el derecho a recibir una remuneración económica por la energía que cualquier usuario vierta a la red procedente del autoconsumo. «Se van a agilizar todos los trámites administrativos relacionados con el autoconsumo», explica Moya. «Y, además, eso redundará en un beneficio para la actividad económica del país, para instaladores y todo tipo de profesionales relacionados con el sector».

Y, por supuesto, los mayores beneficios serán medioambientales. Tal y como nos contó José María Moya, el objetivo final es que en 2030 las emisones a la atmósfera de CO2 de toda la Unión Europea se reduzcan un 40%. Para ello se han implementado medidas como lograr que al menos el 14% de la energía usada en medios de transporte sea de origen renovable, y un 1,3% de procedencia de renovables térmicas para la usada en sistemas de calefacción y refrigeración.

¿Y los inconvenientes? Entre los grandes damnificados de este acuerdo está la industria carbonera. Por eso La UE también ha aprobado un plan de ayudas para países como Polonia o España, en los que aún está muy presente la minería de carbón. En nuestro país, concretamente, en las cuencas de Asturias y León.

Vicente Fernández López