Muchas de las cosas que conciernen a Corea del Norte son un misterio. Y una de ellas es el peso de su líder supremo, Kim Jong-un. Algunas fuentes informaron de que en los dos primeros años de su mandato llegó a ganar cuarenta kilos, alcanzando un peso total de 130. Pero, ahora, en las imágenes de su nueva visita a China da la impresión de que ha adelgazado algo aunque, evidentemente, no mucho. Todo esto nos ha hecho preguntarnos: ¿qué come habitualmente?

Es difícil saber con certeza qué es lo que Kim come a diario, aunque algunas informaciones apuntan que, al menos ocasionalmente, se permite una serie de caprichos culinarios que no están al alcance de sus compatriotas. Y casi todas esas informaciones parten de la misma fuente, la autobiografía de Kenji Fujimoto, un chef japonés del que se dice que fue cocinero personal de Kim Jong-il y su familia entre los años 1982 y 2001. Dejó Corea del Norte nueve años antes de que Kim Jong-un sustituyera a su padre, pero en sus memorias relata que también cocinó para él cuando era el delfín del régimen y relata algunos de sus gustos más especiales.

Según el testimonio de Fujimoto, al joven Kim le fascinaba el sushi, al igual que a su padre, que era preparado con la ventresca del atún, y también le encantaba la sopa de aleta de tiburón (según este testimonio, la comía tres veces por semana). El chef japonés también relata que, en algunas ocasiones, Kim Jong-un pidió que le enviaran desde China hamburguesas de una conocida cadena de comida rápida.

El salami o la carne de buey de Kobe también eran otras delicatessens que ocasionalmente eran degustadas por Kim. Aunque parece que, por encima de todo, su alimento preferido es el queso emmental, un producto suizo elaborado con leche de vaca y con una apariencia similar al gruyer.

Como ya hemos dicho, este testimonio no significa que Kim Jong-un coma dichas cosas todas las semanas. Tan solo que son algunos de sus alimentos preferidos y que los disfruta cuando se le presenta la ocasión.

Vicente Fernández López