Cuando la policía investiga el escenario de un crimen, intenta encontrar restos que puedan identificar a un posible sospechoso. Las huellas dactilares y las muestras de ADN son los elementos más fiables. Pero, ahora, un estudio realizado por especialistas de la Universidad de Albany, sugiere otro más: el sudor.

Tal y como explica el autor del informe, aunque no haga calor siempre dejamos muestras de sudor en aquello que tocamos. Nuestro sudor, en cierta forma, es único y por eso podría servir para identificar a una persona, analizando tres de sus componentes básicos, la urea, el ácido láctico y el lactato.

Existe un inconveniente, eso sí. El sudor de una persona puede modificarse a lo largo del tiempo debido a factores como la alimentación o determinadas enfermedades. Pero, pese a este hándicap, el estudio considera que tomar y analizar muestras de sudor en la escena de un crimen puede ser una herramienta más para los investigadores, especialmente cuando no existen restos de ADN.

Según el autor del estudio, no se trata de que el análisis de posibles muestras de sudor sustituya al de las huellas dactilares o al de las muestras de ADN, sino de que las complemente para aportar más evidencias.

Fuente. IFL Science.

Vicente Fernández López