El estado de Oklahoma ha anunciado oficialmente que sustituirá la inyección letal, el método por el que hasta ahora se ejecutaba a los reos condenados a muerte, por otro nuevo: las asfixia por nitrógeno. Las causas de este cambio son dobles. Por un lado, la dificultad para el suministro de muchos de los compuestos químicos que componían el cóctel letal.

Hasta tal punto llegó a ser difícil conseguirlos, que las autoridades se vieron obligados a suspender las ejecuciones hace tres años. Por otra parte, se asegura que esta nueva forma de ejecución es más rápida, más efectiva y menos dolorosa. Pero, ¿es realmente así?

Parece ser que no se sabe con certeza. Varios científicos han explicado que no hay estudios suficientes que confirmen que la asfixia por nitrógeno realmente provoque menos sufrimiento que otras formas de morir. En principio, este método afecta a los órganos respiratorios y provoca que el paciente entre en coma antes del momento de la muerte. Peor algunos experimentos realizados con animales revelan que no siempre es así. Y se desconoce cómo puede ser la reacción en personas que se resistan a morir.

Oklahoma es el estado con el corredor de la muerte más poblado. Alrededor de setenta reos esperan a que les llegue la hora de que se cumpla la sentencia.

Vicente Fernández López