Vaya por delante que los favores tienen que ser desinteresados. Aunque, a veces, nos viene bien que una persona a la que hemos ayudado, haga lo mismo con nosotros. Pero, ¿cuánto tiempo es necesario esperar para pedir dicha devolución? En un principio, parecería lógico pensar que si esa petición se hace demasiado rápido, podríamos dar la impresión equivocada de que nuestro favor lo hicimos movidos por el interés y buscando una reciprocidad. Pero ahora una investigación realizada por la University of Pennsylvania, revela que lo mejor es no dejar pasar mucho tiempo y pedirlo cuanto antes.

Los autores del estudio realizaron un experimento con varios pacientes de un hospital público, todos ellos con una posición económica sólida, y a los que se les aplicó tratamientos muy costosos. La costumbre de dicha institución es solicitar a cambio una donación (la cantidad es libre) a dichos pacientes. Y lo que hicieron los investigadores fue pedirles a parte de dichas personas que realizaran dicha dotación, una semana después de acabar el tratamiento, y a otros varios meses después.

Y el resultado fue que todos los miembros del primer grupo realizaron dicha donación (y con cantidades más altas), mientras que en el resto aumentó progresivamente la cantidad de gente que no donó ningún dinero. De hecho, se observó que por cada mes que pasaba, la disposición para realizar la donación disminuía un 30%.

En un principio podría parecer que el ejemplo del hospital está demasiado alejado de la vida cotidiana, pero los investigadores aseguran que las reglas que rigen en nuestras relaciones personales son similares, y que los resultados pueden ser extrapolables.

Fuente: Scientific American.

Vicente Fernández López