En 1903 se descubrió en la cueva de Gough, cerca de la localidad de Cheddar Gorge, un esqueleto casi completo, cuya antigüedad fue fechada en unos doce mil años. Aquellos restos fueron bautizados con el nombre de Hombre de Cheddar», y hasta la fecha constituyen el esqueleto prehistórico completo más antiguo que se ha encontrado en territorio británico.

Pero muy poco se sabía de que apariencia tenía aquel primitivo ser humano hasta que, ahora, un equipo del Natural History Museum ha logrado realizar una reconstrucción. Los investigadores consiguieron extraer una muestra de ADN de los huesos de la oreja del hombre, y los resultados han revelado que, con casi un 80% de seguridad, su piel y cabello eran muy oscuros, y que tenía los ojos azules.

Según los autores del estudio, su apariencia física sería similar en cuanto al color de piel a la de una personas actual de raza negra. Y lo más asombroso de todo, es que han descubierto también que uno de cada diez británicos actuales están relacionados genéticamente con el Hombre de Cheddar.

El hallazgo pone de manifiesto que la piel de los habitantes de las islas británicas se fue clareando varios cientos de años después, y que los conceptos referentes a las razas humanas que manejamos en la actualidad, no son para nada aplicables a las poblaciones de la Prehistoria.

Vicente Fernández López