El Manuscrito Voynich es un códice supuestamente milenario que, hasta la fecha, nadie ha sabido descifrar. Su hallazgo se produjo en 1912, y el autor del descubrimiento fue un bibliófilo e impresor lituano llamado Wilfird Voynich, quien afirmó que lo había comprado en una abadía italiana de los jesuítas. El volumen está escrito en un idioma initeligible que ha sido bautizado como voynichés. Todos los intentos para desvelar ese código han sido infructuosos.

Pero, ahora, dos informáticos de la Universidad de Alberta en Canadá, afirman que han revelado su misterio usando la inteligencia artificial. Según estos dos investigadores, la lengua en la que está escrito el texto es realmente hebro, pero usando una clave llamada alfagrama, que consiste en ordenar alfabéticamente las letras de cada palabra. Y el contenido del libro no sería más que un simple tratado de hierbas para fines medicinales.

La autoriá del manuscrito seguiría siendo un misterio, aunque la tesis más común es atribuirla a personajes como Roger Bacon o John Dee. Unas pruebas radiológicas realizadas en 2016 fecharon su antigüedad en torno al año 1.400 de nuestra era; una datación realizada con un 95% de exactitud, según sus autores. Pero esa supuesta antigüedad tampoco descarta que sea un fraude. Así, en 2004, Gordon Rug, un investigador de la Universidad de Keele, en Reino Unido, afirmó que estaba convencido de que había sido creado con fines fraudulentos.

Además, tampoco hay que olvidar que la datación de 2016 estaba sujetaun margen de un 5% de probabilidades de error, por lo que podría ser que realmente fuera mucho más moderno. Y hay quien cree que, en realidad, fue fabricado por el propio Wilfrid Voynich. ¿El motivo?Que un supuesto códice desconocido atribuído a Roger Bacon podía valer una fortuna.

Vicente Fernández López