Hasta la fecha, se pensaba que la primera gran epidemia de peste conocida fue la llamada plaga de Justiniano, que afectó al imperio bizantino en el año 541 de nuestra era. Todos los estudios realizados apuntan a que el agente infeccioso llegó de África, probablemente transmitido por roedores que provenían de Tanzania.

Pero, ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, en Alemania, ha revelado que la primera gran plaga de esta terrible enfermedad que se produjo en Europa fue durante el neolítico, hace unos 4.800 años.

Los autores de la investigación analizaron más de quinientas muestras recolectadas de restos humanos hallados en Alemania, Rusia, Hungría, Croacia, Lituania, Estonia y Letonia, en los cuales detectaron la presencia de la bacteria Yersinia Pestis.

Los análisis realizados demostraron que la bacteria llegó a Europa mediante una ola migratoria procedente de las estepas de Asia. Los investigadores creen que esas personas venían precisamente huyendo de otro brote de peste que se había producido en Asia, y que expandieron la enfermedad.

Como ya hemos dicho, posteriormente, la plaga reaparecería en tiempos de Justiniano. Se estima que en aquella ocasión se cobró la vida de unos 50 millones de personas. Varios siglos después, en el año 1300, comenzó el brote más mortífero que se conoce en toda la historia, la tristemente célebre peste negra medieval que, según algunos cálculos, acabó con un tercio de la población humana.

Actualmente, hay otro brote activo en la isla de Madagascar, que ya se ha cobrado la vida de más de cien personas.

Vicente Fernández López