Un instituto de la ciudad de Parkland, en Florida, ha sido el escenario de la última masacre cometida en Estados Unidos. El suceso se ha cobrado por el momento la vida de diecisiete personas.El agresor perpetró la matanza armado con un rifle de asalto semiautomático AR-15, un arma que se está haciendo tristemente célebre en Estados Unidos, ya que no es la primera vez que se utiliza en sucesos similares. En 2012, en la localidad de Aurora, en Colorado, un hombre la empleó para matar a 12 personas, y herir a más de 50, en un cine en el que se proyectaba El caballero oscuro. Y ese mismo año, otro individuo asesinó con ella a 27 personas, veinte de ellos niños, en una escuela de primaria de la localidad de Newton, en Connecticut. También fue empleada por el autor de la matanza en la discoteca gay de Orlando (en la que murieron 46 personas), y por el de la más reciente de Las Vegas. Y, fuera del territorio de EEUU, el noruego Anders Breivik también la usó para cometer la matanza de la isla de Udoya en 2011.

Pero, ¿por qué este arma resulta tan atractiva para los asesinos de masas? El AR-15 fue diseñado en 1950, aunque desde 1959 lo fabrica la compañía Colt, quien lo suministra a diversos ejércitos del mundo, entre ellos el cuerpo de marines de Estados Unidos. Este fusil de asalto se caracteriza básicamente por ser muy ligero (su versión oficial pesa tres kilos) aunque, paradójicamente, su manejo no resulta sencillo para quien no tenga el adiestramiento adecuado. Y es que este fusil tiene un potente retroceso que provoca que sea bastante sencillo perder el control del arma. Pero esa desventaja queda compensada por el hecho de hecho de que, según la Asociación Nacional del Rifle, es un arma que se puede «tunear» con bastante facilidad para adaptarla a las preferencias de cada usuario. Además, puede disparar entre 30 y 100 balas sin recargar.

Hay que decir que la denominación AR-15 es bastante genérica, ya que engloba a las múltiples variaciones de este rifle. Pero el hecho es que el AR-15 (incluyendo todas sus variaciones) se ha convertido en el fusil de asalto más popular entre usuarios privados. Cuesta una media de 800 dólares y su venta es legal desde 2004, año en el que se abolió la prohibición vigente desde 1994 para comercializar libremente este tipo de fusiles. De hecho, las asociaciones en contra de la venta libre de armas, aseguran que ninguno de los autores de las matanzas mencionadas hubieran superado los trámites que eran necesarios para comprar ese arma antes de esa fecha.

Vicente Fernández López