La Universidad de Cambridge ha avisado a sus estudiantes de literatura, que algunas de las obras de Shakespeare pueden resultar excesivamente angustiosas, y que su contenido sangriento y violento podría tener consecuencias traumáticas, por lo que se les dispensaría de su lectura o de presenciar sus representaciones.

Concretamente se refieren a dos de las obras del autor británico, Tito Andrónico y La comedia delos errores. La primera de ellas es célebre por sus escenas de violencia: la hija del protagonista le cortan la lengua y las manos y, en represalia, el personaje de Titus asesina a los autores, con cuya carne hace una empanada. Y la segunda contiene pasajes que con los ojos actuales podrían interpretarse como agresiones sexuales.

Pero esta medida ha provocado la reacción airada de algunos docentes de la institución, como la historiadora y escritora Mary Beard que considera que es un error ocultar la brutalidad de alguna sobras del pasado y pasajes de la historia a los estudiantes. Según ella, lo correcto sería enseñar a los jóvenes a interpretar esos elementos.

Pero medidas como esta son cada vez más frecuentes. El año pasado fue noticia el hecho de que un profesor de arte de Oxford permitió a algunos alumnos abandonar la clase para no tener que contemplar un cuadro especialmente cruento de la crucifixión de Cristo.

Vicente Fernández López