Antes de nada, es necesario dejar bien claro que el estudio del que vamos a hablar a continuación en ningún momento insinúa o muestra indicios de que exista vida después de la muerte. Pese a ello sus resultados son, cuando menos, realmente sorprendentes y seguro que van a dar mucho de que hablar.

La llamada muerte clínica se produce cuando los signos vitales cesan su actividad, deja de latir el corazón y desaparece la respiración. Pero un estudio realizado por miembros de la unidad cuidados intensivos y reanimación en la NYU Langone School of Medicine de Nueva York (EE.UU.), proporciona evidencias de que la consciencia de la persona no se apaga instantáneamente cuando se produce ese proceso.

Según los autores del informe, al dejar de latir el corazón la sangre deja de llegar al cerebro y se produce la muerte de las células cerebrales. Pero el estudio corrobora que esa muerte cerebral no es instantánea, sino que se produce a lo largo de un proceso que puede durar incluso horas.

Para los investigadores ese hallazgo es un indicio de que la consciencia puede mantenerse durante esa primera fase del proceso de la muerte (el que va de la muerte clínica a la biológica). ¿La consecuencia? Pues que de confirmarse ese hallazgo, significaría que el paciente puede ser consciente de que está muerto (o de que se está muriendo).

¿Significa esto que estamos ante una posible evidencia de que existe vida después de la muerte? Para nada. Según el estudio, esa sensación de consciencia se apagaría definitivamente con la muerte de la última neurona. El creer que haya vida más allá de la muerte es algo que depende de la fe de cada uno.

Vicente Fernández López