La figura del rey Arturo constituye, sin duda, uno de los mitos fundacionales de Gran Bretaña como nación. Pero, ¿tiene alguna consistencia histórica su leyenda? Lo cierto es que no existe ninguna evidencia que confirme la existencia del personaje. Lo que no impide que muchos autores defiendan que el mito si puede estar inspirado libremente en algún personaje real.

Quienes así lo creen se basan en textos como Historia Brittonium, una obra escrita en latín en el siglo IX por un clérigo galés llamado Nennius. En ella se hace alusión a un importante caudillo o jefe militar (aunque nunca se le menciona como rey) llamado Arturo, que combatió contra los invasores sajones. Pero, ¿quién pudo ser ese Arturo?

Se han propuesto muchos posibles candidatos, aunque el que parece más factible sería un antiguo centurión romano llamado Lucio Artorio Casto que, en el siglo II, mandó un destacamento de guerreros sármatas (un pueblo originario del actual Irán, cuyos jóvenes estaban obligados a servir en el ejército romano) con el que efectivamente se enfrentó a los sajones. Pero, por supuesto, es solo una hipótesis ya que no está demostrado que exista un vínculo real entre este personaje (del que tampoco se sabe demasiado) con el mito artúrico.

La primera referencia a la leyenda de Arturo, tal y como la conocemos, aparece en Historia Regum Britanniae, de Geoffre de Mommouth y, posteriormente, es inmortalizada en un magistral ciclo poético de Thomas Mallory.

Arturo sería hijo del rey Uther Pendragon (que en galés significaría Uther, hijo del dragón) quien, enamorado de la esposa del duque de Galois, consigue sus favores gracias a los embrujos del mago Merlín. Y de esa unión nacerían tanto Arturo, como su hermana la bruja Morgana.

La leyenda también hace referencia a la mítica espada Excalibur, clavada en una roca por el rey Uther antes de morir. Según el mito, Arturo accedió al trono al ser el único hombre capaz de arrancarla.

Curiosamente, en Italia se conserva una espada clavada en roca, de la que se dice que fue la inspiración para crear la leyenda de Excalibur. Se trata de la espada de San Galgano que, según se cuenta, fue clavada allí por un caballero llamado San Galgano Guidotti.

Se suele decir que tanto Arturo como su esposa Ginebra están enterrados en la abadía de Glastonbury, un monasterio muy ligado al mito ya que fue fundado en el año 63, supuestamente por José de Arimatea que habría depositado allí el codiciado Santo Grial.

Vicente Fernández López