La ONU llama así a los grupos de personas obligadas a emigrar por una causa ajena a la amenaza política, personal o de violación de los derechos humanos.

Se refiere a casos en los que grandes impactos ambientales, causados por la construcción de grandes infraestructuras y obras civiles, obligan a grupos de personas a abandonar su lugar de origen.

Pero son también “refugiados medioambientales” los habitantes desplazados de su entorno por el empobrecimiento de la potencialidad productiva de sus tierras y bosques.

De hecho, al definir este concepto, la ONU apunta que estos emigrantes forzados no suelen atravesar las fronteras de su estado.

En grandes obras, como la de la presa de las Tres Gargantas (China), el presupuesto para estos desplazados alcanzaba un tercio del total.

Enviada por María de los Ríos, Cuenca

Redacción QUO