La forma de distribuir los recursos entre los diferentes individuos y grupos es uno de los dilemas básicos de nuestra vida social. Todas las sociedades productoras se organizan en distintas jerarquías sociales, donde algunos tienen más recursos, mejores oportunidades y condiciones de vida que otros. Algunas sociedades, como el sistema de castas de la India, son fuertemente jerárquicas. Otros, como los estados de bienestar nórdicos, no tanto. Sin embargo, incluso en los países escandinavos algunos grupos (como los daneses o los noruegos) se establecen en rangos superiores a otros, como los inmigrantes o los refugiados.

El caso es cómo las jerarquías sociales se estabilizan si, aparentemente, luchamos fuertemente contra la desigualdad. Un grupo de investigadores de distintos países ha llevado a cabo una investigación sobre la relación existente entre la desigualdad social, la inestabilidad y los motivos psicológicos que conducen al atractivo dominio de grupo. Dicho estudio se ha realizado con 45.000 personas de 27 países distintos y 30 estados norteamericanos.

El resultado ha sido contundente: cuanto mayor es la desigualdad social y la inestabilidad, más empeño ponen los que se encuentran en lo alto de estas jerarquías a mantenerlas, con el fin de proteger su propio estado privilegiado. Según Lotte Thomsen, autor principal de la investigación, «lo que hemos observado es un proceso que se cumple cuanto mayor es la desigualdad social. En este escenario, los que están en lo más alto de la jerarquía luchan por mantener su posición, llegando a usar incluso la violencia para mantener dicha desigualdad. Esto, a su vez, puede conducir a aumentar la desigualdad y la violencia, lo que se traduce en un círculo vicioso».

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores compararon las respuestas de los participantes con preguntas sobre su apoyo a la jerarquía frente a la igualdad entre grupos de la ONU, el Banco Mundial y Reporteros sin Fronteras (entre otros). Según Jonas-Kunst, uno de los autores de la investigación, «vemos una clara asociación en 27 países».

Cuanto mayor es la desigualdad social, mayor es la tendencia de dominancia social media (SDO, por sus siglas en inglés) entre los miembros del grupo dominante en el país. Dicho SDO es peor en aquellos países que peor puntúan en cuanto al riesgo de conflictos violentos, la ausencia de un buen gobierno (como corrupción o inexistencia de un estado de derecho), la falta de progreso social en términos de la satisfacción de las necesidades básicas de la población, el acceso a la atención médica y la educación, la falta de democracia, la falta de libertad de prensa o la inexistencia de la igualdad de género.

Fuente: eurekalert.org

Rafael Mingorance