La tumba de Cristo, que según la tradición se encuentra ubicada en la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalen, ha sido abierta por primera vez en ciento cincuenta años.

Un equipo de restauradores invirtió cuatro millones de euros en abrir el sepulcro y restaurar la losasobre la que supuestamente fue depositado el cadáver de Jesús, y en realizar análisis de las reliquias allí conservadas.

Pero los trabajos han servido también para confirmar que la estructura del sepulcro está seriamente debilitada. El motivo es que fue construido en un terreno resbaladizo, bajo el que además se han excavado túneles y galerías. Se sabía que la situación del edificio era delicada, pero los nuevos trabajos han puesto de manifiesto que la cosa está peor de lo que se pensaba, y que el riesgo de colapso del edificio es muy elevado.

Se calcula que para salvar el templo se necesitará una inversión de otros seis millones de euros. O un milagro, que sería lo propio en este caos, tratándose de un lugar sagrado.

Fuente:newser.

Vicente Fernández López