Marengo fue el nombre del caballo preferido de Napoleón. Prueba de ello es que le puso el nombre de una de sus más sonadas victorias y, montado en él, recorrió el campo de batalla de Austerlitz. Pero, tras la derrota de Waterloo, los británicos le arrebataron al animal.

Actualmente, los restos de Marengo se encuentran en el Museo Nacional del Ejército de Sandhurst pero, ahora, la ciudad de Buttevant, en Irlanda, reclama los restos del equino.

Siempre se había dicho que se trataba de un caballo de raza árabe que había sido importado de Egipto. Pero los habitantes de Buttevant aseguran que tienen pruebas de que el animal perteneció a una cuadra irlandesa que fue vendido a los franceses en una feria local.

La batalla por los restos de Marengo ha comenzado, ya que no parece sencillo que el Museo Militar británico vaya desprenderse del esqueleto del animal.

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Vicente Fernández López