Cuando llega el momento de que el jefe debe evaluar nuestro trabajo, todos, hombres y mujeres, pasamos un mal rato difícil de olvidar. Pero, ¿quién es más exagerado en las reacciones posteriores? Según una nueva investigación realizada por Adobe, los hombres son los que peor reaccionan a esta situación.

El estudio pretendía averiguar si las revisiones de rendimiento eran positivas o negativas para los empleados. Para ello, analizaron el comportamiento de 1.500 trabajadores de oficina en Estados Unidos antes y después de tan tedioso momento. Descubrieron que dos tercios de los empleados estaban de acuerdo en que este tipo de evaluación está completamente desfasada. El resto, aseguraron que este control por parte de los directores no tiene ningún impacto en la forma en que realizan su trabajo.

Según Dona Morris, vicepresidenta de atención al cliente y valoración de empleados de Adobe, «los resultados de esta encuesta muestran cómo los jefes consumen un tiempo precioso a la vez que quitan motivación a los empleados».

Lo curioso fue lo que averiguaron paralelamente: una cuarta parte de los hombres lloraron dramáticamente tras una evaluación de este tipo, frente al 18% de las mujeres.

Fuente: dailymail.co.uk

Redacción QUO