El ser humano es capaz de aclimatarse a los ambientes más extremos. Y un buen ejemplo de ello son los primeros pobladores del Tíbet. Hasta la fecha, la hipótesis comúnmente aceptada es que el hombre no había poblado esa región hasta hace aproximadamente quince mil años. Pero un nuevo estudio revela que los primeros humanos se asentaron en esa región mucho antes, alrededor de hace sesenta y dos mil años.

La investigación realizada por especialistas del Instituto de Ciencias Biológicas de la Academia China de las Ciencias, comenzó en 2002 con el hallazgo de unas huellas en barro cuya antigüedad fue datada en 30.000 años. Eso sugería que la colonización del Tíbet había sido muy anterior a lo que se pensaba. Hallazgos posteriores fueron retrasando esa fecha hasta situarla finalmente en 62.000 años.

El descubrimiento demuestra, según los investigadores chinos, que el Tíbet siempre estuvo poblado, incluso durante los crudos años de la última era glacial. Eso implica que aquellos primeros pobladores tuvieron que enfrentarse a uno de los ambientes más brutales que nuestra especie ha tenido que soportar.

El hallazgo abre además la puerta a investigar, a través del estudio del ADN, los mecanismos que han ayudado a la que los tibetanos se adaptasen tan bien a vivir a semejante altitud y con una baja presencia de oxígeno.

Fuente: http://www.cell.com/ajhg/fulltext/S0002-9297(16)30273-7

Vicente Fernández López