El economista de la Universidad de Exeter, David Reinstein, ha diseñado una serie de pruebas para evaluar la generosidad de las personas y basándose en sus respuestas ha descubierto que somos entre un 30 y un 50% más generosos si vamos a cobrar una herencia, deuda o aguinaldo, aunque aún no tengamos el dinero en la mano, ya pensamos qué haremos con él. El hallazgo demuestra que somos más avaros (o menos generosos) si tenemos dinero en el bolsillo, lo que permite que las organizaciones que recogen fondos, evalúen sus estrategias a la hora de solicitar contribuciones.

“Si ganas la lotería, heredas grandes sumas de dinero o tienes un extra de 100 euros, ¿cuánto darías a caridad? Y si preguntara esto después que ganaras la lotería, ¿sería diferente la respuesta? La evidencia sugiere que sí – explica Reinstein en un comunicado de la universidad –. Además de plantear cuestiones filosóficas interesantes, como “somos tan generosos como creemos ser», esto tiene implicaciones prácticas para la recaudación de fondos de caridad: puede que sea mejor pedir compromisos condicionales a cuenta de futuras ganancias”.

Juan Scaliter