No, de hecho no suele tener nada que ver en el miedo a conducir. Los amaxofóbicos perciben el tráfico como una amenaza, y a los demás conductores como personas peligrosas. Eso les produce sudores, taquicardias, mareos, malestar estomacal, agarrotamiento muscular y, en general, todos los síntomas de la ansiedad.

Un estudio de 2005 del Instituto Mapfre de Seguridad Vial calculó que el 64% de las mujeres y el 36% de los hombres que conducen tienen ese miedo, pero no quiere decir que todos dejen de conducir. Según este mismo estudio, los amaxofóbicos más agudos lo son por tres motivos.

-El primero es que una situación estresante de tráfico les ha causado repentinamente un ataque de pánico, así que evitan volver a ponerse en tal situación.

-Otros desarrollan el miedo a conducir después de sufrir o presenciar un accidente.

-Y la tercera causa es la deficiente preparación, cosa que genera inseguridad. Aunque en mujeres, a veces esta procede de las constantes correciones de padres y maridos.

Enviada por Walter Fernando, correo electrónico

Redacción QUO