Contar ovejas siempre ha sido uno de los remedios más tradicionales para calmar la ansiedad y poder dormir tranquilos. Pero, ¿quién se preocupa de la ansiedad de las ovejas? Porque ellas también sufren este trastorno, tal y como ha demostrado un reciente estudio realizado por investigadores de la New South Wales University, en Australia.

Los investigadores tomaron dos grupos de ovejas, y a uno de ellos les suministraron valium. Luego, sometieron a ambos al acoso de un perro de modales agresivos. Y el resultado fue que los animales que no habían sido medicados fueron incapaces de comer, incluso horas después de que la amenaza hubiera desaparecido. En cambio, los otros conservaban su apetito y no mostraban ningún signo de intranquilidad.

Los resultados corroboran que las ovejas sufren ansiedad y estrés en un grado mayor al que los humanos suponemos. Lo cual, puede tener consecuencias en la calidad de su carne y su lana.

Lo que ignoramos es si estos animales se dedicarán a contar humanos para tratar de calmar su ánimo.

Vicente Fernández López