No hay nada como un tesoro para excitar la imaginación del ser humano. Y, ahora, un historiador polaco llamado Bartlomiej Plebanczyk, se ha propuesto estimular la nuestra, ya que afirma haber encontrado el escondite de una de las mayores reliquias expoliadas por los nazis: la llamada Cámara Ámbar.

Cómo su propio nombre indica, se trataba de una habitación cuyas paredes estaban recubiertas de ámbar, oro y piedras preciosas, y que fue regalada por el rey de Prusia al zar Pedro I de Rusia. La lujosa habitación fue instalada en el palacio de San Petersburgo,hasta que, en 1941, los invasores nazis decidieron saquearla.

La desmontaron en piezas y la trasladaron a un castillo en Königsberg, donde se perdió para siempre su rastro. La versión oficial asegura que fue destruida por los bombardeos aliados, pero hay quienes creen que los nazis lograron salvarla d e la destrucción.

Y, ahora, el historiador Bartlomiej Plebanczyk, afirma que ha descubierto el posible lugar donde se encontraría dicha cámara. El investigador se basa en el testimonio de un oficial nazi, que aseguraba que las piezas de la habitación habían sido enterradas en un complejo de bunkers subterráneos construido cerca de la localidad polaca de Mamerki.

Gracias al georadar, el historiador afirma haber descubierto el emplazamiento de dichos bunkers. Ahora falta excavar y averiguar si realmente la Cámara de Ambar se encuentra ahí, o si, por el contrario, al igual que la mayoría de los tesoros, ya solo existe en los sueños de los hombres.

Fuente: The New York Times.

Vicente Fernández López