Ahora, con el triunfo de Garbiñe Muguruza tan reciente, no está de más recordar a Elisa María González-Alvarez, más conocida como Lili Álvarez, la gran pionera del deporte femenino español.

Fue una mujer polifacética que destacó como periodista, escritora, patinadora… pero que brilló especialmente en las canchas de tenis. Entre 1926 y 1928, participó en tres finales consecutivas en Wimbledon, aunque en todas ellas se quedó a la puerta del éxito.

En 1929 se convirtió en la primera tenista española en pisar las canchas de Roland Garros, donde ganó el título de dobles femeninos, formando pareja con la holandesa Kornelia Bouman. Y en 1930 ganó el torneo de Roma, una hazaña que ninguna compatriota volvería a repetir hasta que en 1993 lo consiguiese también Conchita Martínez.

Pero Lili brilló también como patinadora, disciplina en la que participó en los Juegos Olímpicos de Invierno de Chamonix en 1924. Y participó también en competiciones automovilísticas, confirmándose así como la primera gran deportista española.

Paralelamente, desde 1927 trabajó como corresponsal sobre temas españoles para el diario británico Daily Mail, e inició una prolífica carrera literaria escribiendo ensayos sobre temas políticos, sociales y deportivos.

Vicente Fernández López