Darwin vislumbró la Teoría de la Evolución durante su viaje en el Beagle (1831 y 1836), pero tardó casi 25 años en publicarla. Y solo lo hizo después de recibir una carta de un joven naturalista, Alfred Russell Wallace, que contenía prácticamente las mismas ideas que Darwin concibió. La carta de Wallace y un texto de Darwin fueron leídos en la misma sesión de la Linnaean Society, en 1858. Y aún tardó 13 años más (1871) en publicar Origen del Hombre, donde por fin aplica a la Humanidad las polémicas ideas desarrolladas.

Redacción QUO