Correr, eso que ahora llaman running, está de moda. Es imposible no ver en cualquier parque a decenas de personas practicando este deporte. Pero, los que no son tan aficionados, lo encuentran en ocasiones molesto. Sobre todo, cuando se trata de carreras populares que entorpecen el día a día de la vida urbana.

Y, por ese motivo, en Stoke Gifford, una pequeña ciudad británica cercana a Bristol, han decidido poner un impuesto a las personas que participen en este tipo de pruebas. La cantidad es casi simbólica, ya que se trata de una libra por persona. Pero, debido a la alta participación, el ayuntamiento espera recaudar una suma importante.

La decisión se justifica en la necesidad de sufragar los costes de seguridad y de limpieza que conlleva para la ciudad la organización de una carrera. Y, por supuesto, una medida así ha dividido a la población. Los que son aficionados a correr la consideran intolerable, mientras que quienes no lo son, están a favor.

Seguro que muy pronto se implanta en otros lugares. ¿Alguien se apuesta una libra?

Redacción QUO