Las momias egipcias siguen arrojando información sobre la historia de aquella fascinante civilización. La última en desvelar un nuevo misterio, ha sido la del faraón Ramses III. Ya, en 2012, se descubrió que el faraón había sido asesinado, y la prueba de ello fue el descubrimiento de que su garganta había sido degollada.

Ahora, un nuevo estudio realizado por Zahi Hawass y Saher Saleem, un experto en tomografías de la Universidad de El Cairo, ha revelado la existencia de nuevas heridas en los restos embalsamados del faraón, lo que según los investigadores, demuestra que Ramses fue asesinado por varias personas que le apuñalaron repetidas veces.

Pero, y eso es lo más sorprendente de todo, al someter a la momia al escrutinio del escáner han descubierto que los embalsamadores practicaron con ella una especie de primitiva cirugía estética. Concretamente, se colocó cera debajo de su piel para tratar de camuflar sus heridas y hacerle presentar un aspecto más plácido, como si hubiera tenido una muerte serena. ¿Puede ser un indicio de que los conspiradores trataban de ocultar su crimen?

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Redacción QUO