Hoy se ha publicado un estudio genético en Nature que podría situar a Atapuerca en el epicentro de la historia evolutiva humana. Lo que se ha hecho es analizar el ADN nuclear de los homíninos que vivieron en la Sima de los Huesos (SH) para intentar descubrir su pasado y la posible relación con neandertales y denisovanos. Gracias al genoma mitocondrial (el que se hereda de la madre) sugería una relación más estrecha con los denisovanos (provenientes de Asia) que con los neandertales, lo que no coincidía con gran parte de la información arqueológica y morfológica.
Utilizando técnicas muy precisas de análisis genético, se ha estudiado el ADN nuclear de dos especímenes de la Sima de los Huesos y los resultados muestran que, pese a lo que diga el ADN mitocondrial, estos homíninos formaban parte del linaje neandertal y que la divergencia entre estos últimos y los denisovanos ocurrió más de 430.000 años atrás.
Para José María Bermúdez de Castro, uno de los autores del estudio de Nature, “estos resultados vuelven a darle una importancia enorme a Atapuerca. En 40 años hemos publicado unos mil artículos científicos. Ahora comenzaremos a publicar más aún, ya que seguramente haya miles de fósiles para darnos más respuestas”.
En algún momento de nuestro pasado evolutivo, poco después del Homo erectus, un grupo de nuestros antepasados se dividió en dos corrientes migratorias. Esto ocurrió en el Pleistoceno medio, en alguna región compartida por África y Eurasia. Una de esas poblaciones, la africana termina su evolución (por ahora al menos) Homo sapiens. Mientras que la otra, la eurasiática, habría sido la responsable de parir varias familias de la genealogía Neandertal.
Los resultados de los análisis genéticos muestran que la separación geográfica de estas dos corrientes evolutivas sucedió probablemente entre 550.000 y 765.000 años atrás. El “problema” con este resultado es el Homo heidelbergensis, que vivió hace más de 600.000 años. Esta especie extinta del género Homo se asume como uno de los grandes candidatos a ancestro común entre neandertales y sapiens. Pero si la separación entre las dos ramas ocurrió en la misma fecha en la que vivió el Homo heidelbergensis

y los estudios muestran una relación con la vertiente europea de neandertales, no pudo haber intervenido en los sapiens. Entonces… “Este nuevo estudio – señala Bermúdez de Castro – muestran algo que muchos hemos sostenido desde hace tiempo: que el Homo antecessor es el candidatos más viable para ancestro común entre neandertales y sapiens. Morfológicamente tiene características de ambos y ahora, gracias a los resultados genéticos, las cifras apoyan también esta idea. Esto convierte a Atapuerca en la mejor ventana para hallar el ancestro común entre ambas especies. Al menos por ahora y mientras no se puedan realizar excavaciones en Siria, Grecia o los Balcanes, es nuestra mejor opción”.
El Homo antecessor está considerada la especie homínida más antigua de Europa, unos 900.000 años. Sus restos se han hecho famosos gracias a los cerca de 80 fósiles provenientes de Atapuerca, “pero que solo se hayan encontrado restos en Europa no quiere decir que no existan en otros sitios, solo que no los hemos encontrado aún”, concluye Bermúdez de Castro, quien ha publicado sus conclusiones de modo más profundo en su blog de Quo.

Juan Scaliter